miércoles, 28 de diciembre de 2016

La Lógica ilógica


Mi sueño contigo empezó como  una pesadilla, nos hundíamos en un río profundo,  oscuro de aguas turbias y sucias caímos debido a una especie de broma tuya, cada vez más hacia el fondo, más hacia abajo . No existían palabras pero nos comunicábamos, dijiste, sube, solo tienes que querer, solo con desearlo, sube... y subimos , hasta alcanzar  la superficie .

Desperté con una sensación de paz interior,  de sintonía en todo mi ser con el convencimiento de que todo estaba bien, todo iba bien .  A veces,  la lógica de lo que crees que es .... en vez de lo que es, es lo que mantiene el problema..  A veces todo es mucho más simple, más sencillo y entiendes que no es necesario  el por qué , a veces solo basta con estar , con ser en todo momento presente. A veces , la explicación no existe para que el problema desaparezca.  No hacen falta teorías  ni sus premisas a veces la solución aparece por  sí sola cambiando aquella o simplemente,  abandonándola . 
Más de lo mismo una y otra vez no conduce a ninguna parte , seguir en la misma habitación dando vueltas y vueltas cuando hay una puerta  de salida .

lunes, 5 de diciembre de 2016

Regalos de Navidad que duran para siempre



Y además no cuestan nada, son importantes y más efectivos que cualquier otro que vaya envuelto en el mejor papel de regalo que rememore las fiestas navideñas.

El primero es  el regalo de escuchar, sin interrumpir, bostezar o criticar.

El segundo es el regalo del cariño, ser generoso con besos, con abrazos, con palmadas en la espalda y apretones de manos so expresiones que manifiestan el amor por los amigos y familiares.

El tercero es el regalo de la sonrisa, llenar la vida con imágenes, dibujos ya que éstos llevarán el mensaje de "me gusta reir contigo".

El cuarto es el regalo de las notas escitas en las que digan "gracias por estar ahí", "gracias por sentirme querida", "gracias por acordarte". Son notas directamente dirigidas al corazón.

El quinto es el regalo de un cumplido como " que bien te sienta lo que llevas puesto", o "me gusta tu gran sentido del humor".

El sexto corresponde al regalo del favor, solo tienes que estar ahí para cuando alguien te necesite.

El séptimo es el de la soledad. Hay momentos que necesitamos estar solo o respetar a quien quiera estarlo. Es un derecho que nos corresponde, el derecho a tener nuestro espacio y tiempo solo para nosotros.

Y por último el octavo que es el regalo de la disposición a la gratitud como "hola" o "que ganas tengo de volver a estar contigo" : los amigos y seres queridos son grandes joyas que hay que saber conservar y abrir nuestro corazón.

Seamos espléndidos regalando nuesto afecto, nuestro amor y nuestro cariño, seguro que seremos recompensados de la misma manera por ellos.


martes, 13 de septiembre de 2016

Las gafas de Martín (Cuento para fomentar la autoestima)



  El día que me construyeron supe que yo no era unas gafas cualquiera. Tenía unas varillas de color azul  marino que brillaban con el sol, unas lentes de vidrio fino que me daban un aire elegante, y un puente bien alineado presentando equilibrio, seguridad e incluso me otorgaba un punto distinguido.

Cuando me pusieron en el escaparate todo el mundo me miraba al pasar. Yo les oía como comentaban deseando comprarme, pero no todo el mundo puede llevar unas gafas, así que esperé paciente al afortunado.

 . ¿Por qué no te pruebas estas?

 Dijo una dulce voz una tarde de abril.


Y delicadamente, el empleado de la tienda donde yo siempre había vivido, me cogió y me puso sobre el rostro de un niño que se llamaba Martín.


 - ¿Qué Martín, cómo te ves? Dijo la voz,.


 Pero yo ya no oí nada más. Estaba tan emocionada que no podía creer que ese niño me hubiera tocado a mí.


Ya sabía yo que era unas gafas especiales, pero unos ojos tan bonitos de un rostro tan dulce, no me los habría imaginado nunca.


Martín y yo enseguida nos hicimos amigos. Íbamos a todas partes juntos observando el  mundo y hacíamos de todo juntos: jugar a la pelota con los amigos, ir de excursión, leer un libro o mirar atentamente la pantalla de un videojuego. Fue un tiempo muy feliz, hasta que un día pasó algo que lo cambió todo.


Aquella tarde Martín me dejó en la estantería de la habitación y no me sacó a la calle. Pero no fue la única vez, porque desde ese momento a menudo me escondía en algún rincón para hacer ver que me olvidaba, o me guardaba con prisas en el bolsillo cuando se cruzaba con alguien por la calle.


 -  ¿Por qué lo haces esto?, le pregunté.


  Pero es bien sabido que nadie entiende el lenguaje de las gafas y Martín no me pudo contestar. Debería buscar otra manera de solucionar aquella extraña situación.


Al día siguiente, la madre de Martín lo obligó a llevarme a la escuela y allí lo entendí todo. A la hora del patio, un chico más grande de aquellos que creen que lo saben todo, se acercó a nosotros y nos dijo.


- Eh, pareces un viejo con estas gafas.


 De repente Martín me arrancó de la cara sin decir nada y me guardó en el bolsillo avergonzado.


- ¿Qué haces?  


Preguntó asustada mientras hacía esfuerzos para que con la sacudida no se me aplastara el puente. Pero Martín seguía sin poder contestarme.


En ese momento entendí que Martín se pensaba que tenía que gustar a aquel chico con aires chulescos y antipático, que un minuto después ya ni se acordaba de mis varillas y estaba metiéndose con los zapatos verdes de otro niño y más tarde criticaba el pelo rizado de un chico con sobrepeso.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Lo tuyo y lo mío


Cuando la señora llegó a la estación, le informaron que su tren se retrasaría aproximadamente una hora. Un poco fastidiada, se compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua. Buscó un banco en el andén central y se sentó, preparada para la espera.

Mientras ojeaba la revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. De pronto, sin decir una sola palabra, estiró la mano, tomó el paquete de galletas, lo abrió y comenzó a comer. La señora se molestó un poco; no quería ser grosera pero tampoco hacer de cuenta que nada había pasado. Así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete, sacó una galleta y se la comió mirando fijamente al joven.

Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirando a la señora a los ojos, se la llevó a la boca. Ya enojada, ella cogió otra galleta y, con ostensibles señales de fastidio, se la comió mirándolo fijamente.

El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora estaba cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, ella se dio cuenta de que sólo quedaba una galleta, y pensó: "No podrá ser tan caradura", mientras miraba alternativamente al joven y al paquete. Con mucha calma el joven alargó la mano, tomó la galleta y la partió en dos. Con un gesto amable, le ofreció la mitad a su compañera de banco.

—¡Gracias! —dijo ella tomando con rudeza el trozo de galleta.

—De nada —contestó el joven sonriendo, mientras comía su mitad.

Entonces el tren anunció su partida. La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Desde la ventanilla, vio al muchacho todavía sentado en el andén y pensó: "¡Qué insolente y mal educado! ¡Qué será de nuestro mundo!" De pronto sintió la boca reseca por el disgusto. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó estupefacta cuando encontró allí su paquete de galletas intacto.

Cuántas veces nuestros prejuicios y decisiones apresuradas nos hacen valorar erróneamente a los demás y cometer graves equivocaciones. Cuántas veces la desconfianza, ya instalada en nosotros, hace que juzguemos arbitrariamente a las personas y las situaciones, encasillándolas en ideas preconcebidas alejadas de la realidad.

Por lo general nos inquietamos por eventos que no son reales y nos atormentamos con problemas que tal vez nunca van a ocurrir.


Dice un viejo proverbio: "Peleando, juzgando antes de tiempo y alterándose no se consigue jamás lo suficiente; pero siendo justo, cediendo y observando a los demás con una simple cuota de serenidad, se consigue más de lo que se espera”.









domingo, 4 de septiembre de 2016

El Campesino que jugó a ser Dios





Érase una vez un campesino que un día se encontró a Dios y le dijo:  

- Señor, puede que tú hayas creado este mundo y todo el universo pero no tienes mis conocimientos como agricultor. No sabes como tiene que ser la tierra de fuerte para poder alimentar a las personas. Si me dejaras, yo haría que los cultivos fueran fructíferos y acabaría con el hambre que hay.

Ante tal petición, Dios aceptó. Naturalmente, el campesino pidió lo mejor, que la lluvía necesaria fuera ligera, nada de tormentas y siempre un sol radiante. De esta forma  el trigo crecía y el campesino era feliz. Todo estaba perfecto, todos sus deseos para el cultivo eran cumplidos.


Al final del año, el campesino encontró a Dios y le dijo, muy satisfecho:

- ¿Has visto cuánto he conseguido? ¡No habrá hambruna al menos durante  10 años y durante ese tiempo no tendré que trabajar!

Sin embargo, cuando recogió el grano, se dio cuenta de que todos estaban vacíos. Desconcertado, le preguntó a Dios qué que es lo que había pasado, a lo que éste respondió:

- No pediste aves que estropeara el campo, tampoco lluvias fuertes necesarias también para la siembra, ni tormentas. Has eliminado los conflictos, así que el trigo no terminó de germinar.

Moraleja: Los problemas son parte de la vida, nos hacen fuertes, nos convierten en personas resilientes, nos ayuda a crecer. Son necesarias las dificultades.  Los días de tristeza son imprescindibles  como los días de felicidad porque nos permiten superarnos. Por tanto, es mejor no quejarse tanto ni  sentirse desgraciado por las dificultades, estas son oportunidades que nos ofrece la vida para aprender







martes, 30 de agosto de 2016

Al otro lado de la ventana

"Dos hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital. A uno se le permitía sentarse en su cama cada tarde, durante una hora, para ayudarle a drenar el liquido de sus pulmones. Su cama daba a la única ventana de la habitación. El otro hombre tenia que estar todo el tiempo boca arriba. Los dos charlaban durante horas.
Hablaban de sus mujeres y sus familias, sus hogares, sus trabajos, su estancia en el servicio militar, donde habían estado de vacaciones. Y cada tarde, cuando el hombre de la cama junto a la ventana podía sentarse, pasaba el tiempo describiendo a su vecino todas las cosas que podía ver desde la ventana.
El hombre de la otra cama empezó a desear que llegaran esas horas, en que su mundo se ensanchaba y cobraba vida con todas las actividades y colores del mundo exterior.


La ventana daba a un parque con un precioso lago. Patos y cisnes jugaban en el agua, mientras los niños lo hacían con sus cometas. Los jóvenes enamorados paseaban de la mano, entre flores de todos los colores del arco iris. Grandes árboles adornaban el paisaje, y se podía ver en la distancia una bella vista de la línea de la ciudad.
Según el hombre de la ventana describía todo ésto con detalle exquisito, el del otro lado de la habitación cerraba los ojos imaginaba la idílica escena.
Una  tarde  calurosa,  el  hombre  de  la  ventana describió un desfile que estaba pasando. Aunque el otro hombre no podía oír a la banda, podía verlo, con los ojos de su mente, exactamente  como lo describía el hombre de la ventana con sus mágicas palabras.
Pasaron días y semanas. Una mañana, la enfermera de día entró con el agua para bañarles, encontrándose el cuerpo sin vida del hombre de la ventana, que había muerto plácidamente mientras dormía.
Se llenó de pesar y llamó a los ayudantes del hospital, para llevarse el cuerpo.. Tan pronto como lo consideró apropiado, el otro hombre pidió ser trasladado a la cama al lado de la ventana. La enfermera le cambia encantada y, tras asegurarse de que estaba cómodo, salió de la habitación.
Lentamente, y con dificultad, el hombre se irguió sobre el codo, para lanzar su primera mirada al mundo exterior; por fin tendría la alegría de verlo el mismo. Se esforzó para girarse despacio y mirar por la ventana al lado de la cama… y se encontró con una pared blanca.
El hombre pregunta a la enfermera que podría haber motivado a su compañero muerto para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana. La enfermera le dijo:
“Quizás solo quería animarle a usted”.
Epílogo:
Es una tremenda felicidad el hacer felices a los demás, sea cual sea la propia situación. El dolor compartido es la mitad de pena, pero la felicidad, cuando se comparte, es doble.
“Hoy, es un regalo, por eso,  se le llama  presente”."

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sábado, 27 de agosto de 2016

Comunicación y calidad de vida en pareja


La construcción y el mantenimiento de vínculos de pareja positivos es una tarea que enfrenta bastantes dificultades y requiere la puesta en marcha (por ambas partes) de diferentes recursos y considerable esfuerzo. Este artículo trata de ofrecer algunas claves para mejorar la comunicación y la calidad de vida de las personas que viven en pareja. 


 1. Asertividad

La asertividad es un factor muy importante en la construcción de los vínculos positivos. El respeto mutuo y la comunicación fluida son elementos esenciales en una buena relación de pareja. Mantener una comunicación fluida no significa necesariamente hablar mucho, se trata más bien de generar actitudes en pareja que favorezcan la sensación de aceptación, respeto, complicidad, cariño, amor…Hay parejas que pueden hablar mucho sin comunicarse apenas en sentido positivo, mientras que otras parecen entenderse y disfrutarse con solo mirarse a los ojos. Hablar es importante, pero comunicarse es fundamental para ser feliz en pareja.

2. Protección del ego y sus implicaciones
La reacción natural inmediata ante una crítica es de rechazo. Incluso cuando estos comentarios negativos estén más que justificados, nuestra reacción más visceral será defendernos (probablemente con un buen ataque). Es bueno saber que esto le ocurre a tu pareja, pero también es importante reconocerlo en uno mismo. Para evitar dinámicas destructivas tenemos que tener cuidado con no despertar a ninguna de las dos “bestias”, para ser constructivos debemos elegir bien las palabras, el momento y el lugar.   
  

3.Diferenciar entre comunicación desde la tranquilidad y comunicación desde el nerviosismo.Modelo del semáforo.
En relación al anterior punto, es muy útil reconocer que cuando estamos muy alterados podemos hablar mucho (e incluso gritar), pero en ese estado no tenemos los recursos suficientes para comunicarnos de manera constructiva. Si te reconoces en esta situación podrás tomar medidas (como por ejemplo abandonar la habitación o el contexto de la discusión). Si eres capaz de reconocer estos estados en tu pareja, podrás intentar distanciarte de los comentarios hirientes, entendiendo que surgen de la emoción negativa y no de la persona.
El modelo del semáforo utiliza las distinciones verde-ámbar-rojo como metáfora de estados de ánimo y activación de emociones negativas. Si eres capaz de hacerte más sensible al proceso de cambio de “verde” a “ámbar” (en ti mismo y en tu pareja) podrás tomar medidas para detener los pasos de la secuencia antes de llegar a estados difíciles de controlar (la luz roja del semáforo).

4. Comunicación verbal y no verbal
Ya hemos diferenciado entre hablar y comunicarse. Comunicarse es un concepto mucho más amplio y profundo. Expresiones faciales, gestos, posturas, movimientos…son ejemplos de comunicación no verbal. Es importante que exista una coherencia entre el mensaje que expresamos a nivel verbal y el mensaje en el plano no verbal. La comunicación no verbal se procesa a nivel inconsciente pero tiene más importancia en nuestra percepción que la verbal. No basta con encontrar las palabras adecuadas, hay que creer en ellas y en las razones que nos llevan a pronunciarlas. Puede parecer posible engañar a nivel verbal, pero es casi imposible controlar todos los aspectos no verbales de la comunicación y que le pasen desapercibidos a alguien que nos conoce bien.

5. Uso del lenguaje: relativo-absoluto, flexible-inflexible, constructivo-destructivo, responsabilidad centrada en mí – responsabilidad centrada en el otro.
Las palabras que utilizamos para comunicarnos con nosotros mismos o con nuestra pareja van a configurar una determinada realidad y van a promover ciertas actitudes. Es importante notar qué ocurre cuando utilizamos expresiones absolutas: “yo siempre…”, “tú nunca…”; inflexibles: “…y se acabó”, “te equivocas…”; destructivas: “me estás amargando la vida”, “eres un inútil”; centradas en el otro: “deberías cambiar…”, “si dejaras de hacerme esto…”.
Se producen cambios significativos al utilizar términos más relativos: “la mayor parte de las veces”, “en alguna ocasión”; flexibles: “de momento no me convence pero respeto tus puntos de vista y lo pensaré”; constructivos: “lo siento, he tenido un mal día y no me veo capaz de hablar de esto ahora sin alterarme”, “creo que podrías decir lo mismo de una manera más suave”; centrados en mí: “me siento…cuando tú haces…”, “te entiendo, pero no puedo evitar sentirme…cuando tú…”.



6. Gestión de las expectativas y esquemas acerca de uno mismo, del otro y de ambos como pareja.
Cada miembro de la pareja tiene unas ideas y expectativas acerca de lo que implica estar en pareja, cómo debe comportarse un novio/a y que expectativas tiene de la otra persona. Inconscientemente medimos y valoramos a nuestro compañero/a, a nosotros mismos y a la pareja en global. Los conflictos pueden surgir porque estamos midiendo aspectos diferentes de la realidad (“dice que le importo porque ya no sale los viernes, pero yo sé que es mentira, si me quisiera vendría conmigo a bailar salsa los sábados”), o porque hemos tenido experiencias familiares diferentes (diferentes culturas familiares generan diferentes significados, esquemas y expectativas en los roles familiares/de pareja).

 7. “Adivinar” el pensamiento del otro y sus intenciones (activando reacciones de miedo o ansiedad)
Una de las consecuencias de la falta de comunicación en pareja es la tendencia a interpretar el comportamiento del otro: en lugar de intentar expresar de forma saludable nuestras preocupaciones directamente, dejamos que se hagan más grandes en nuestra imaginación y acabamos reaccionando a sus implicaciones como si fueran reales. Las consecuencias negativas para el organismo individual que sufre este fenómeno y para la propia salud de la pareja en global son notables.

8. Comunicación simétrica y complementaria
Se entiende por comunicación simétrica aquella en la que ambas partes se intentan colocar al mismo nivel, coloquialmente podríamos decir que ninguno de los miembros de la pareja está dispuesto a ceder en un determinado asunto. Se produce una comunicación complementaria cuando uno de los miembros de la pareja adopta una posición de sumisión en algún aspecto: cede para adaptarse a la conducta del otro. Las comunicaciones simétricas constantes llevarían a escaladas de discusiones sin fin, la comunicación complementaria constante por parte de uno de sus miembros puede generar patrones de dominación-sumisión que dan estabilidad a la pareja a costa de su propio bienestar general. Las parejas más saludables son aquellas en las que se producen escaladas simétricas y ambos miembros son capaces de asumir un rol complementario para detenerlas. Una pareja en la que se producen conflictos y discusiones pero se solucionan porque ambos son capaces de ceder y lo hacen de forma equitativa.

9. Puntuación de la secuencia de hechos. (“Tú eres quien ataca, yo solo me defiendo”).
La puntuación de la secuencia de hechos es otro concepto de la pragmática de la comunicación, este concepto es un ejemplo claro de los beneficios de preguntar “Cómo” en lugar de “Por qué”. Si preguntas a cualquiera de los miembros de la pareja acerca de algún conflicto, seguramente te dirá que la razón de su conducta es una conducta anterior del otro, conducta que a su vez puede estar justificada por otro comentario/acción del otro…y así podríamos preguntar por qué hasta el infinito. Lo interesante es cómo cada uno de los miembros puntúa la secuencia de forma idéntica: poniendo un principio (un comentario/comportamiento del otro) y un final (mi reacción negativa). Hacer ver a ambos cómo están atrapados en esa dinámica es mucho más útil que seguir preguntando por qué hasta llegar a una causa última y definitiva (la lógica circular es más útil en este caso que la líneal-causal).   

10. Esperar que el otro haga lo que yo necesito sin necesidad de comunicárselo (“Si se lo digo ya no cuenta, tiene que ser espontáneo”)
Se trata de un fenómeno muy común en la comunicación de pareja, que genera sensación de rabia y frustración en ambos miembros. Una de las características principales es que la situación se configura de tal manera que parece no existir ninguna opción para generar una alternativa constructiva. Un ejemplo concreto de esta “trampa” podría ser el siguiente: para él es muy importante que su pareja le diga que le quiere con frecuencia. Ella se considera cariñosa y no percibe que su pareja necesite un cambio por su parte. Él se siente mal con la situación e inconscientemente se lo transmite a ella de forma indirecta enrareciendo la comunicación. Si él le transmite abiertamente a ella que necesita que le diga “te quiero” con más frecuencia, impide que ella se lo transmita espontáneamente, por lo que para él ya no tiene sentido, ya no le vale. En ese momento la pareja ha llegado a configurar un incómodo esquema lógico, en el que parece no existir un comportamiento capaz de transformar la dinámica negativa del marco en que han quedado atrapados.
Después de explicar brevemente estas claves, nos gustaría aclarar que el conflicto en la pareja no es necesariamente una señal de que ésta no funciona, es la gestión de dichos conflictos lo que va a determinar la calidad y estabilidad de la relación. Es importante tener siempre presente que las discusiones no se ganan convenciendo: el desenlace no es de suma cero (lo que uno gana es lo que debe perder el otro). En la mayoría de los conflictos podemos encontrar desenlaces en los que ambos miembros de la pareja pierden o ambos miembros de la pareja ganan, por eso el mejor “guerrero” es aquel que evita la batalla en términos de los juegos de suma cero: convencer al otro de que todo es culpa suya no es muy constructivo en términos de pareja, aunque alivie inmediatamente nuestro ego.

Lo mejor de la vida es ...vivirla





En la actualidad, vivimos con un ritmo de vida que no nos permite darnos cuenta de cuáles son nuestras necesidades verdaderas como seres humanos que somos, la razón y la lógica mandan y las emociones quedan relegadas a segundo plano, tiempo para  pensar tenemos todo el del mundo aún a sabiendas que los pensamientos nos generan, malestar, chantaje, culpabilidad, inseguridad, etc…porque claro, la tendencia son los pensamientos negativos, es la mente la que manda en nosotros nos dejamos manipular por ella,  actuamos como autómatas y nos hemos olvidado de nuestra verdadera esencia, la de vivir, cuando digo vivir, no me  refiero a solo respirar, me refiero a disfrutar de cada momento de cada situación de recrearnos en lo hermoso que es todo lo que nos rodea. Por eso, cuando me preguntan qué  es lo que más me gusta de la vida,  siempre suelo contestar…..VIVIRLA.